Todos los que hemos hecho el Camino en más o menos extensión. Nos hemos encontrado, o sufrido en el peor de los casos, indicaciones que sospechosamente nos llevan a desviarnos de la ruta que parece más lógica.
Hay desgraciados casos en los que el responsable es el dueño de algún establecimiento cercano que espera que todos los peregrinos pasen por su bar a comerse un bocadillo de jamón ibérico. Pero los peores casos son los institucionales que van desde el cacique local, avispado concejal de pueblo que pretende 'ordenar' un camino que lleva más de mil años recorriéndose. Hasta el peor de los casos, en el que la propia Xunta de Galicia se levanta un día con este mismo ánimo.
Llevo años denunciando el caso de San Román de Retorna en Lugo que ilustra la foto de este artículo (en rojo el Camino milenario y en amarillo el oficial). Donde el Camino transcurre por una vía romana del siglo II usada durante siglos por los peregrinos, y que además, es más corta que el camino oficial por carretera asfaltada.
Ahora salta la noticia por parte de Adega y asociaciones del Foro del Camino Primitivo sobre la ruta jacobea en Toques donde han sido ejecutados trabajas por la Xunta dejando en un estado «calamitosa» la ruta. Desde el colectivo denuncian la inversión realizada «na consolidación dun longo desvío falsificado do itinerario histórico da ruta xacobea coa apertura artificial dunha estrada e o afirmado de toneladas de grava, así como a colocación de fitos de formigón para o desprazamento dos peregrinos, no canto de se esmerar na conservación do vieiro orixinario e milenario da vía primitiva a Compostela, a variante máis antiga do Camiño Francés».
